domingo, junio 03, 2007

¿Hablas de SEXO con tu pareja?



La expectativa subía cuando, de una mochila, la profesora saca un par de vibradores. También saca un artefacto raro que parecía mas bien una de esas trituradoras de hielo para hacer crema batida.

Allá estaba yo, sentada en primera fila, justo en el centro del salón, para poder captar cada explicación. Había unas 200 mujeres, de todo tamaño y color. La moderadora de la charla era una profesora universitaria, una educadora sobre la sexualidad de la mujer. ¡Yeah! Interesante, ¿verdad?. Se trata de uno de los eventos que ofrecía una de las organizaciones de mujeres, Women In Network, en Ft. Lauderdale, FL. Fue la combinación perfecta, ¡sexo y chocolate!. Creo que la mayoría de las asistentes estábamos predispuestas a una charla técnica sobre el sexo, al menos yo soy lo estaba. La charla resulto un evento totalmente contrario.

La profesora que la ofrecía, una mujer de unos 60 años, hizo de este evento algo divertido, acogedor y el medio para empezar una conversación sobre sexo con tu pareja. Fue un evento donde no existía interacción entre las asistentes y la profesora, lo cual fue aliviante para muchas y no es para más. Ante semejante tema, "el sexo", ¿quién quisiera tener 400 ojos encima?. Cabe destacar que también sirvió de preámbulo para la diversión y placer de esa noche, ¿por qué no?.

El primer punto que se toca fue la represión y predisposición que ha tenido la mujer frente al sexo. Se nos educa pensando que la mujer tiene el rol de siempre estar dispuesta al sexo cuando la pareja, por supuesto masculina, desea tener relaciones sexuales. Crecemos pensando que el sexo es algo pecaminoso y sucio, por eso no se debe hablar del tema. Crecemos valorando a la mujer según los amantes que ha tenido. Por ejemplo: Si una mujer ha tenido 4 maridos pero se ha casado con los 4, aunque no es bien visto, está correcto; pero si esa misma mujer ha tenido relaciones con esos mismos 4 hombres, sin casarse, inmediatamente es una puta. Me pregunto, ¿cuál es a diferencia?. Casada o no, se acostó con los cuatro. Esto, y muchas razones más, bloquea el poder disfrutar el acto sexual a plenitud.

Otro punto: estar conforme con nuestro cuerpo. Dicen que los medios de comunicación influyen y nos mandan la señal de cómo debe lucir nuestro cuerpo. Sinceramente yo nunca me he sentido obligada a ser una talla 4 por leer revistas de moda y ver TV. (Es más, las mujeres talla "con todo respeto" me resultan nada apetecibles por muy bella cara que tengan). Se mostraron cuerpos de mujeres esbeltas y mujeres obesas quienes han llegado a aceptar sus cuerpos tal y como son. Este punto es uno de los más difíciles, sobre todo para las mujeres que están sobrepeso.

A medida que pasaba el tiempo y la sala entraba en confianza, los famosos lubricantes (de todos los colores y sabores) volaban de un extremo a otro como regalo para quienes habían decidido compartir sus ideas en voz alta. ¡Es que a veces resulta penoso hablar de sexo y llamar las cosas por su nombre!. Es ahí cuando se hacen presente las carcajadas y cuchicheos como si fuésemos novicias de algún convento.

Las diferencias entre la sexualidad de la mujer y el hombre fueron otro de los temas a comentar. Estuvimos de acuerdo al recordar que el sexo para la mujer es más emocional que animal, al menos en la mayoría. Siempre deseamos un preámbulo de caricias, de atmósfera adecuada, con música, velas, baño de espuma y que sé yo cuantos detalles más.

La expectativa subió cuando, de una mochila, la profesora sacó un par de vibradores. También sacó un artefacto raro que parecía mas bien una de esas trituradoras de hielo para hacer crema batida. El raro artefacto era un vibrador para acrecentar el placer al localizar el famoso G-spot.

Desafortunadamente la charla llegaba a su fin y no pudimos hablar más sobre el papel que ocupan, o de qué forma pueden mejorar los vibradores nuestra relación sexual. Pero, sí aprendimos que en la unión sexual de dos personas que se aman, sobre todo cuando son dos mujeres, no siempre deben de tener ambas deseo sexual; no siempre deben de ser ambas las que reciben o dan placer; no siempre debe de existir sexo oral y/o penetración; no siempre debe de haber orgasmo múltiple y sobre todo... debemos de respetar los deseos de nuestra pareja.

Fue una charla llena de emoción y sentimiento femenino. La idea de la misma era el provocar la platica sexual entra las parejas; comentar sobre nuestros deseos, dificultades, placeres y fantasías.

La idea es ma-ra-vi-llo-sa, pero no siempre puede resultar un tema cómodo de conversar. Afortunadamente, hay muchos libros y guías sobre cómo conversar con nuestra pareja sobre el sexo. Personalmente pienso que las insinuaciones son muy prácticas al momento de dar a conocer a la pareja nuestros deseos sexuales. Los juguetes sexuales también son un buen incentivo. La verdad es que hoy en día hay de todo, pero lo más importante es tener la confianza y las vías de comunicación con esa maravillosa mujer con quien compartimos todo aspecto de nuestra vida.

Aunque sabemos que el sexo no lo es todo, también es cierto que es una parte importante de toda relación. Cada vez que nos entregamos en cuerpo y alma a nuestra pareja, la rutina diaria resulta más fácil de realizar. Así es que... con poca o mucha frecuencia, con vibradores y lubricantes, o sin ellos, espero logres conversar con tu pareja sobre los puntos débiles y fuertes de tu sexo.

¡Buena suerte esta y muchas noches!

Verónica Espinal es una escritora independiente actualmente viviendo en Estados Unidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Wowww esta super!